en las primeras horas de la noche,
cuando el sol se ha ocultado,
ya tras el horizonte las familias se aprestaban a cenar en silencio,
tú
cuando el sol se ha ocultado,
ya tras el horizonte las familias se aprestaban a cenar en silencio,
tú
rondabas las escaleras de miles de casas,
entre las nubes bajas de olor a orégano cocido,
espiando el paso de las trabajadoras devotas que regresan de la siembra con la mente poblada de querubines resignados.
entre las nubes bajas de olor a orégano cocido,
espiando el paso de las trabajadoras devotas que regresan de la siembra con la mente poblada de querubines resignados.
recuerdo que era muy emocionante bajar las escaleras de dos en dos
a toda velocidad profiriendo gritos de guerra,
derribando y espantando ancianas,
después,
besarlas en la boca y sentirse muy seguro.
después,
besarlas en la boca y sentirse muy seguro.
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