el pronóstico


Elchololoj, descendiente de incas, fiel seguidor de la cultura andina y aficionado de los hobbits, no cree que se acerque el fin del mundo entre eclipses y meteoritos incandescentes.  Se ha informado exhaustivamente con la lectura de los pronósticos mayas pero éstos no lo convencen y, antes que eso, se muestra escéptico frente a la idea de que esta fuck’n vida se vaya a terminar así no más, por un arte estelar más allá de nosotros.

Él en cambio cree que una hecatombe humana más dolorosa y cargada de escasez alimenticia se convertirá en nuestro fin. Pensar el mundo carente de tocino, fideo, inca kola y papa frita lo colapsan realmente, lo intranquilizan y lo desencajan de la realidad, tornándolo por momentos tembloroso y palpitante.

Hace algún tiempo que se viene anunciado el fin del mundo para el año 2012 y Elchololoj ya ha tomado sus previsiones, nadie lo detiene a la hora de almacenar alimento en todas las formas posibles, derrocha tiempo y cabeza acumulando en bunkers, alacenas y en el estómago si es necesario toda la comida que encuentra a su paso, la suficiente para superar cada día, cada día más cerca del fin.

el anuncio


Un día el chololoj anunció su llegada.
En esos días las horas eran contadas por las manos de una anciana temblorosa que cuidaba cada segundo del día como a una hilvanada de oro atravesando un lienzo lleno de filigranas. 
Un día, el Chololoj prometió llegar, pero todo su camino estaba tan atravesado de astros, lunas con predicciones, viento huracanado y galletas de la fortuna rotas, que por último dijo “ya estoy yendo, has de cuenta que voy a pie y que tu reloj es un cuentagotas, pero recuerda que siempre estoy cerca de llegar”.

fuga


Cuando ya no quedan más párrafos por escribir
una línea delgada, frágil, cristalizada, separa el amor de la ausencia,
mientras tanto, las orquideas se quedan flotando en medio del silencio y la ironía
de todo aquello que nunca se puede tener a manos llenas.


L. A. Spinetta