... despertar



Después de años de vivir en un mundo de finanzas y números, después de jubilarse y llevar adelante todos los trámites de rigor, ella se dió cuenta que debería haber sido artesana, que debió sumergirse en un caos psicodélico y probar todas las drogas del mundo, menearse con la samba afroboliviana y dejarse llevar por las explosiones nómadas de viajar por la vida, así nada más, un día se dio cuenta, a pesar de cargar un mundo pequeño, pequeñísimo.
Después de años decidió jugar a las trenzas con mis cabellos y estironear zapatos con los perros, su eterna obstiación de chalpaquear en la lluvia toda descalza, después de años nos miramos a los ojos y de reojo pensamos que aún podemos engañarnos y lo hacemos... luego, nos descubrirnos por las noches.

Hoy se llena de hilos de colores y desparramando dientes de choclo pasea en la casa siempre casa, nunca antes tan casa.