recuerdos de mis cholitos más hinchas


Ando cagada de la vida con trabajo en la oficina y ,dentro de todo el trabajo que comúnmentente se realiza, por el momento se debe sacar con urgencia material para una revista deportiva, en realidad una reseña a la vida de un hincha –a mi parecer-, y en esta temática he estado la última semana, buscando material, acomodando las artes y todo eso, he estado entre el material digno de un hincha totalmente entregado a su Club y las fanfarrias al equipo invicto de la temporada.
Ante mi, un hincha que ha entregado la vida a su equipo, un compendio de fotografías entre antiguas y nuevas, documentación avejentada con el tiempo quebrajeada, actas y listas de año de la pera, tesoros eternos, que carecen de valor en manos ajenas. Y asi estuvo la semana, no pude evitar recordar a mis conocidos más queridos, hinchas a morir por su equipo, desviviéndose por sus partidos, gritando hasta quedar afónicos, alentando durante todo el partido de espaldas a la cancha, alentando sin ver un carajo del partido, creando cancioncillas y estribillos, realmente es para reir la imagen mental que se me viene derrepente, con las manos sangrando de tanto tocar el bombo, uhhh, y ni que decir de las semanas previas buscando platitas para pintar sus trapos, consiguiendo papeles y demás cosas, contrabandeando trago en los sombreros de copa alta de los niños hinchitas.
En honor a los hinchas que nunca logré comprender pero traté de querer, les va mi sentimiento de pesar para las derrotas y un salud cuando ganan, sino igual nos farreamos, un abrazo a los que hacen tanto como el presidente del club, aquellos que son un ekeko cargado de pitos, gorra, camiseta e hijitos amaestrados para hinchas (porq los hinchas tienen hijitos, son humanos aunque no parezcan), a los que se creen dueños del árbitro o sino porque le dice de todo, a los que son más que un director técnico, porque obvio, sabe lo que tenía que hacer el DT, al que es más rojo que el rojo más rojo porque grita hasta explotar y quedarse afónico y si es del bolivar se las arregla para gritar celeste, porque viajan a cualquier parte para ver los partidos, no ve?, el hincha es un ser misterioso porq siendo hincha del bolivar no espera con tanto anhelo que bolivar gane sino, que el tigre pierda, y es un ser extraño porque no le importa morir en la cancha de un ataque al corazón, y porque pudiendo ir a preferencia se va con la barra a quemarse... ja ja ja y no se cuantas cosas más.... ahh les hice un arte hace algún tiempo por cuestiones de la vida -me parece- no se las hice llegar, ahí les va, no sóla, sino con mi contraparte guerrera siempre presente a continuación. Ambas artes para ustedes.




Para: El Cholihacedorderugidos
El Choliuniversitarioreguetonero
El Cholivalentine’s
El Cholivivagsmforevergorditodescortés
El Cholileching

Besos a todos...!!! y aguante!!!

3 comentarios:

Cazahuesos© dijo...

Da.
No perdiste detalle de aquellos lejanos días en los que nos acompañabas a brincar y gritar desde la tribuna. Incluido el contrabando etílico en esos sombreritos chistosos.

Un abrazo y gracias por recordarnos. :S:P

G_Ale dijo...

En el debate extra-tribunero, nocturno, de rones, cantadas callejeras, ampollas reventadas y 'yo te sigo a todas partes', en el sentido común asoleado-insolado, en el orgullo de ser visitante en tu casa, está la valentía bizarra y el sarcasmo, lo mundano y lo ideal, 90 minutos de vida y nada.
'Mono, no existís, no ves qué?'
'Academia hay una sola', 'la camiseta es como un dios...', qué raros somos los hinchas.
Del otro lado del orgullo, desde la nostalgia de los hinchas que intentaste querer, te mando un abrazo Dani... a ver si revisas en tu arlequín, tal vez te queda una inexpugnable botellita de col y nos la tomamos mientras reimos...

pietila dijo...

uyyy vijte, son de otro mundo los hinchas, y si... aún me quedan unos traguitos para compartir con mis queridos cholis, y saltar junto a ustedes...claro, mientras no sea de local.
Abrazos guishin y leching aún recuerdo con nostalgia los días de los preparativos de cada partido, la emoción, las piñas y las farras, ojalá por azares del destino se pudieran repetir en diferentes condiciones nuestros encuentros en la cancha, ah y obviamente pronto nos vamos a farrear, los estoy llamando, un beso, adios.