....................la realidad se muestra díscola y reacia



La madre, la hermana, la prima, la novia, y la empleada de cara redonda, están llorando porque se fueron contigo a la guerra.

A las cinco hablé con el Tuntula (mi hermano de la vida)...y estas bien?, le dije. Si, pero jodido está. Respondió.
Vas a bajar??,. Si, eso es lo que quiero, respondió. Tengo algunas cosas, vamos?. Paso por tu casa.
El tuntula es periodista, había estado ayer todo el día gasificado, seguramente para estas alturas mi oficina ya no existe, estaba en medio de los kilombos, por la tarde en vez del trabajo me fui al hospital, la awela esta enferma..., en el camino apedreaban una ambulancia, lograron detenerla, el chofer estaba amenazado por los polis pero igual se detuvo, arriesgándose al linchamiento, prefirió que los manifestantes bajen a los canas. Antes de salir de mi casa rumbo al hospital vi en la tele a mi amigo koko gasificado en la plaza, en el mp3 escucho la radio mientras voy corriendo al hospital, los informes dicen que hay varios heridos, ojala no sea koko pienso. Llego al hospital y la ambulancia apedreada llega casi junto conmigo, el chofer está bien, está muy asustado había sido amenazado por los canas para hacerse llevar hasta la prefectura camuflados dentro de la ambulancia, habían linchado a los canas, eran antimotines bien armados.

Ahora bajo con el tuntula hacia la glorieta, mucha gente baja con nosotros en sus movilidades, otros claramente agotados suben con barbijos, hay banderas de Bolivia y Chuquisaca por doquier. En el Tejar tenemos que detenernos obligatoriamente, falta mucho todavía... y ya hay fogatas, dice el tuntula, nos estacionamos antes de la primera fogata, recogemos vinagre y bicarbonato de la maletera y nos ponemos a caminar, mientras bajamos tuntula me recomienda: si gasifican jodido, corres a los lados, no atrás, no te dejes pisar, no respires por la boca por nada de mundo. Nos separamos bolsitas de bico y empezamos a repartir las demás, tuvimos que pasar muchas fogatas camino a la Glorieta, la gente seguía movilizándose, mi sorpresa fue que en todo momento se había hablado de la fuerza de los universitarios, pero ahí había de todo, padres, madres, licenciados y obreros. Cuando llegamos a un lugar donde había mucha conmoción varias mujeres lloraban, acababan de subir a una ambulancia a un herido de bala, decían que en el cerro había otro desangrándose por el cuello y que no podían bajarlo pues seguían gasificando. En el lugar donde estábamos hace un momento había existido un enfrentamiento reciente, las mujeres subían corriendo, pedían ambulancias y pedían a los demás bajar pues se había logrado hacer retroceder a los policías, donde ahora estábamos se podía ver al frente, en la carretera existe una curva cerrada, al frente se veía retrocediendo a los canas, la gente corría, pero los demás estábamos lejos, otros subían por el cerro. Nos detuvimos, el tuntula tiene miedo más que todo por mi, no sabe –y yo tampoco se- que tan avispada puedo ser en una situación así, pero todavía tenemos vinagre y bico, y abajo piden refuerzos. Tres fogatas arriba me temblaban las piernas, ahora también me arden los ojos, unas lágrimas estaban por brotar cuando dijeron que había cuatro niños asfixiados, escuchábamos una radio cercana cuando confirmaron el nombre del muerto Dr. Gonzalo Durán, una mujer llora a mi lado, me dice que no abandonemos que abajo están sus hijos, hay que bajar, la cana está retrocediendo, el tuntula camina detrás de mí, a ratos se escuchan petardos, que es eso? Le pregunto. Gas me dice, o a veces, balines responde. Debo aceptar que mis oídos se han agudizado, cada sonido me pone en alerta, la gente ha empezado a gritar, al ver a los cerros, se ven canas, están disparando, es una burla, lo más que podemos hacer es tirarles piedras, y aún así disparan... Sería tan fácil una emboscada en este momento, hemos avanzado mucho, el tuntula siempre tan estratégico y calculador piensa lo mismo, el paso está libre se ha avanzado bastante pero estamos rodeados por montañas, y ya se han visto francotiradores, hace rato hemos visto hasta policías, veo más adelante al Noe, es lo último que nos queda de bico y vinagre, le paso todo al Noe, cuidate chango le digo, él está con los cabecillas que quieren ir por los cerros, empiezan a subir cuesta arriba, tuntula y yo estamos tensionados, él es fuerte, -repito- teme más por mi que por él, es jodido sentirse rodeado e indefenso, de repente, se corta la luz, nos vamos changa, dice el tuntula y me empieza a empujar rápido de regreso, no se ve nada más que las fogatas, creo que el miedo invade a casi todos porque empiezan a movilizarse de regreso, una ambulancia carga heridos, todos empiezan a corear: fuerza, fuerza… fuerza compañero!, me apaciguo un poco cuando empiezan a gritar a mi lado, no tenemos miedo carajo!!!!!, siento que es a mi a quien dice que no tengamos miedo, si no fuera por eso creo que estaría por conmocionar. Tuntula me agarra del brazo y me jala de regreso, no me había dado cuenta de lo mucho que habíamos bajado, al principio no se podía ni pasar el camino a Cachimayu, ahora el último lugar que habíamos dejado estaba a una curva de La Glorieta, mi celular suena hace rato, estoy segura que es mi mama avisándome algo de la awela, debo regresar con la movilidad, se aleja de a poco mi susto y conmoción de verme en medio de la carretera oscura.
Al volver veo mucha gente bajando con llantas y víveres, bajan también ambulancias, la gente los detiene e inspecciona el interior, dicen que se ha pasado armamento camuflado, parecen horas las que llevamos tratando de regresar al auto, por fin llegamos, nos vamos directo al hospital, ahí vemos en la televisión de la sala que la policía está intentando intervenir el canal 13, la gente ha ido a rodear el canal para evitar que la policía invada el recinto, creo que es el único medio que ha transmitido todo el día, en el camino de regreso se ven fogatas, en la Av. Jaime Mendoza la gente ha salido y hacen una pasarela de banderas, ahí se baja el tuntula. El camino que resta hasta casa está lleno de fogatas, mientras escribía encendí la radio, acabo de escuchar que se ha tomado el aeropuerto, ayer se encontraron avionetas trayendo armamento para el liceo, ahora anuncian que se lleva a cabo un velorio en plena plaza de la ciudad, las organizaciones sociales ahora están casi en la puerta de La Glorieta.
No hice mucho, pero no podía quedarme en casa y ser indolente, mientras en cadena nacional se pasan novelas o 3 min de lo que sucede. Traté con todas mis fuerzas volverme piedra para no preocupar a nadie en casa y no salir, no se pudo.
Hace un momento fui a abrigarme y encendí la tele, el titular de TVB dice: “se aprueba la Constitución en grande”, seguramente “en grande” significa sin importar lo que pase.

Uno de los días más tristes de mi vida ha sido sustituido por este, la intolerancia ha ganado, es inevitable el querer llorar como wawa, no encuentro motivos para dormir…








(perdón por los posibles o más bien seguros errores, acabo de escribir el post)

4 comentarios:

Marco Antonio dijo...

Definitivamente, un dia que quedara en la retina de todo Bolivia, un día en el que fallecieron personas inocentes por defender lo que creian justo. Dios los tenga en su Gloria y se apiade de todos nosotros.

Muy Intersante tu blog, comparto los mismos sentimientos de tuyos de rabia, pena y principalmente impotencia, al ver que para la "gente importante" no somo mas que instrumentos políticos moldeables como plastilina...

Vendre mas seguido por aca... Saludos. y que Dios bendiga Bolivia....

juan pedro dijo...

Una cronica muy intensa de algo que en ningún momento debió pasar, se siente la rabia, la impotencia y la solidaridad en momentos tan dificiles.
Textos como este ayudan a escribir la historia desde una perspectiva más humana, lejos de cualquier postura politica o ideologica.
Ha corrido sangre y alguien debe responder por ello.

LOCA!!.. como tu madre dijo...

Mis más sentidos pesames para el pueblo Sucrense...y para el país en general

Duele Bolivia

Estido dijo...

Duro tu texto, golpea con fuerza. Nada justifica el asesinato de un ser humano; es una pena que la falta de comprensión y la radicalización de posturas nos esté llevando a estos extremos. Por el momento, paz en la tumba de esos hermanos bolivianos.
Un abrazo.