corpo sano, cuore sano




Una cuerda floja colgaba de un cabello, alfileres enroscados al cabello estaban clavados a una ínclida pared, cuando caí en cuenta… pues había caído por una quebrada, de todas las formas salían los lamentos, a la fuerza se fueron rompiendo mis aristas, figuras más sanas y compatibles se volvieron como seda simplemente y, simplemente resbalé, parada en el fondo sólo sentí un dolor en el estómago y sólo pude abrir un ojo. Y con un suspiro me absorviste, haz comprado un día que se había dado por vencido, te dije, cuando me llevaste a tu cuerda.

1 comentarios:

Alejandro González Romero dijo...

Quiero leerte!!!